martes, marzo 21, 2006

Más allá de cuando aún recolectabas sonrisas de extraños, ahora...

No
el broche rojo,
sino tú.

No los
ojos: la mirada.

No
los labios: el beso.

Ni tu mano: la caricia.

Pero sí
todos tus peligros:

toda la Belleza, tú.

2 comentarios:

Montirul dijo...

woooooooow!!
Que rico ser el impulso que movió tus dedos..
No me lo creo...
:)

Montirul dijo...

"en algo o en alguien tal vez.."