miércoles, diciembre 31, 2008

Ante las maquinarias de la muerte

A LA
LÓBREGA LUZ
DE LOS NEGROS AGUJEROS
DEL TIEMPO

desde
la columna
cotidiana
de la duda

he aquí
desnuda
y magra
la mirada

tropezando
con la cara
de un fantasma pasmado
en el espejo

he aquí
los pies
la voz
el sino
frente
a los deberes oscuros
de la ley

he aquí
mi yo de plástico
perplejo
vulgar
enajenado
ante el orden siniestro del mundo

he aquí
las esperanzas
convertidas en desmanes

he aquí la historia sin fin
ante las hordas aviesas
de banqueros y gobernantes
de palabreros y traficantes
y otros patanes sanguinarios

y otra vez
he aquí
¡hasta cuándo!
el hombre tosco
que sale
con mi nombre
a caminar
A
B
I
S
M
Á
N
D
O
S
E
¡PARDO!
—REPUGNANTE—
sobre el lomo del asfalto...

sábado, noviembre 29, 2008

Deudas pendientes

¿LA
CALAVERA
DEL AMOR,
EL CORTEJO
DE LA VIDA,
LA EUFORIA
DE LA MUERTE?

No se trata del alba.
Leí la historia y no.

No es el sol
levantando en luz el mundo;
ni es aquí, conmigo,
la palabra, la comprensión.

Toma y daca…
Substancia
repetida sin pausa en la miseria del hombre,
en la modorra de los antiguos dioses,
opacos ya, diminutos…

De mil formas,
insistente,
la iniquidad vence voluntades,
abre infiernos al paso
y va corroyendo
el alma,
sin pausa,
inexorablemente.

“Vértigo de raíces y truenos”
aquí también,
desde siempre,
repitiendo metáforas eternas,
“heladas las aguas del cálculo egoísta”

Nada se cumple…
Nos debe tantas promesas este mundo.

domingo, noviembre 02, 2008

Dormida la tarde

Y
mis
manos
se perdían

y
bogaba
conmigo
la noche

sin retorno

ligera

como
ala
de abeja
sobre el curso
de un río de miel

y llevaba los ojos cerrados
perdiendo el rostro del que fui

y entre
las hojas
de los árboles oscuros
invisibles
cantaban un beso las aves del viento

y en la ribera
todas las caras eran una sola

y hacia mí

de pronto

sobre el temblor del minutero

venía tu cuerpo

danzando

abierto en pétalos y verbos...

miércoles, octubre 01, 2008

Elegía

El parque, otra vez,
es la forma de tu ausencia,

distancia que abre mares
en el silencio espeso.

Todo te nombra, sin embargo,
todo cobra forma de ti,
sin piedad, sin remedio.

¿Quién eres, entonces, a la distancia,

o quién soy yo
tratando aquí de dibujarte
en pleno abismo de saudades y esperanzas,

y qué es el amor
hoy que tu nombre
hace temblar los cimientos del tiempo,
y que voy sorbiendo poco a poco la soledad
en medio de la multitud
que gruñe o pace o suspira?

sábado, septiembre 27, 2008

No te buscaba

No te buscaba, no,
pero tú venías al encuentro.

Estabas hecha de tiempo,
Balanceabas las formas de la carne,
delineabas el apetito en mis labios.

No te buscaba.
Pero tus ojos eran luz
para la definición de los colores,
y tu pecho era un jardín
para una larva con hambre,
y luego sol y sol y sol
para los demonios del invierno.

No te buscaba, no.
pero tú pasabas despacio por mi lado.
Las palabras se secaban en la lengua
y el reloj era un fastidio
y era un caramelo tu cintura.

Yo no te buscaba,
pero al encontrarte,
me descubrí a mí mismo en el agua del deseo.

lunes, agosto 11, 2008

Caminar

¿la tierra que soñaste alguna vez?
¿los cuerpos que delineaban tus manos en el vacío?
¿los transeúntes con que quisiste tropezar?
¿el dios que colocaste rozando el techo de la casa?

nunca pudiste escribir ni la receta ni el poema
nunca pudieron encontrarte las palabras

lávate los sueños
despierta
sacúdete los pies y la memoria
mete la cama debajo de la cama
y el futuro
y el bostezo

ponte la misma voluntad del segundero y
luego salta
apriétate los pantalones
encomiéndate a todos los cemíes boquiabiertos

la ciudad es la de siempre
mírala
en cada esquina los perros apurados te buscarán la quinta pata
las lagartijas, compadecidas, te mirarán dearribabajo

¡levántate, pues! recoge tu gallo…
canta con él tres veces… camina. y olvídate del alba.

martes, julio 29, 2008

Tarde con ángel

sales a buscar el amor
y el amor
se hace imposible por las calles

talvez sudas la tarde y la esperanza
soñando un rostro
donde descansar las horas tristes

pues a ti también te duele la soledad
en todo el cuerpo
y el alma te tose sus anemias

pero te dices que el amor paga sus penas
y ciertamente vale lo que pesa

por eso
te acomodas
la carga
del tedio
en la espalda
por eso
lames la piel de un caramelo
y silbas luego una canción

y esperas
y esperas
y esperas
hasta que llega un ángel y saluda
y te imaginas
que así ha de ser el amor
un día cualquiera

entonces
sueñas
que vas del brazo
de un ser alado
por el mundo
y la calle el conde es un enjambre
de lobos y sombras
las unas
que huyen de la luz buscando su ser en las vitrinas
los otros
que aúllan hipando la miel en flor de una muchacha

La gente camina y mira y habla y mira y sueña
y tú te sientas en un parque con un ángel saboreando el amor

pero santo domingo sigue siendo un carnaval de vanidades
y el mundo un teatro donde el viento exhibe sus máscaras
sus miserias:

adolescentes
turbios
retorciéndose debajo del traje negro
lánguidos
viejecitos
que esperan la muerte
dando maíz a las palomas
camareros
urbanamente
cansados
niños
callejeros
que envejecen entre brocha y betún
amargos
vendedores
de golosinas
policías
aviesos
en un desconcierto de locos y turistas
y mendigos
solteros
sin suerte
intelectuales
sin ideas
artistas
sin obras
y prostitutas en busca del italiano perdido

así te muestra sus llagas la ciudad

y tú
como todos
sigues buscando el amor por la tarde
y en los ojos de un ángel alguna ilusión

y la tarde se te hace triste y hermosa
y en un suspiro se muere otra vez
en el parque colón

lunes, julio 21, 2008

Del parque cayendo la tarde

la ausencia de todos pasa
la tuya no

podrías hoy morirte o danzar entre las flores
nada cambiaría
en el banco de parque en que no estás

ninguna palabra podría
darle al poema la belleza que le niegas

la tarde pasa

ya la noche sobreviene
sin pausa

y la luna será
otra vez
ese triste silencio numinoso
redondo
sin tu nombre

sábado, julio 12, 2008

La palabra

la palabra es sangre,
la palabra es destino,

un río lácteo para frágiles criaturas en avidez.

con ella gruñen
con ella se tiran de los pelos,
retozan con el tedio, discuten como perros
con la sombra. suspiran, punzan, resbalan,
se rascan, bostezan, se duermen y sueñan.

con ella se pierden en la noche. danzan con
ella, y se disuelven, se hacen y deshacen, son...

Que trata de lo que quiere el poeta y dónde, sin señalar las causas ni la persona

Hoy quiero tomarme tiempo y jugos eternos en tu boca.

sábado, julio 05, 2008

Divagaciones para una lírica del huevo y una metafísica del mangú

Escena 1 (casi platónica y completamente incompleta)

—Mi querido Bufón (Glaucón o Cabrón, no importa), represéntate la NaturaleSa Umana en la siguiente coyuntura, con relación a la Heducación y a la falta de Hella. Imagínate un país en el mundo...
—¿Colocado en el mismo trayecto del sol?
—Seguramente.
—¿Oriundo de la noche?
—Eso es.
—¿Colocado en un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol?
—Sí.
—Lo buscaré en el mapa…

—En tal país vive un monstruo con rostro de lechuza, orejas de elefante, cuello de caballo, plumas de garza, cola de serpiente, pico de cotorra, alas de murciélago y patas de gallina.
—Sí. Desde el siglo XVI.

Escena 2 (fragmentaria y con demasiadas divagaciones)

—¡Exacto! No podemos hablar de otra cosa.
—Pero conste que también vivimos de pan.
—¡Y de circo!
—Puede ser. Pero... bromas aparte, lo que soy yo, de entrada sólo se me ocurre decir que, luego de tantos siglos de desaciertos, luego de tantos eternos retornos, habría que aprender a ver el mundo de otra manera.

—Y yo, por cierto, siempre he querido comprarme gafas sicodélicas.
—Y haces bien, porque sucede que las apariencias también son la realidad...
—Disculpen que los moleste, pero tengo una pregunta muy importante que hacerles.
—Suéltala.

—¿Quién se ha robado mi queso?
—Genial. Te voy a responder con otra pregunta. ¿Cuándo te vas a tomar la vida en serio, eh?
—Según mis cálculos, es evidente que cuando tenga sed... solamente.
—¡Bufones incorporados!

—Bueno, no sé qué decir.
—Divaga, pues.
—¿Sabe alguno qué hacen los poetas cuando no tienen nada que decir?
—Creo que hablan de literatura.

—Pues hablemos... Comienzo: Se me ocurre que Hamlet, aquí, probablemente hubiese reformulado su pregunta: Ser o Parecer... He ahí la verdadera cuestión.
—Y un cartón de huevos, por favor...
—O Tener... Algo así.
—¿No podemos tener una conversación normal, por ejemplo?

—Pero, ¿acaso no quieres conversar sobre la formidable bibliografía de la nada interminable?
—Me ves cara de aburrido, ciertamente.
—¡Creo que sí!
—Plátanos aparte, en serio, ¿de qué vamos a hablar?

—De todo y de nada.
—Bien, te toca comenzar.
—¿Pero cómo lo hago?
—De cualquier forma, no importa.... puedes decir, por ejemplo, lo que alguna vez dijo un amigo mío. Cito: “...te amo, Raquel”. Y a continuación deliraba por sus cabellos, por su inmensa ternura... etcétera, y en pleno clímax de la inspiración metafórica le espetó lo siguiente: “eres mi cárcel que no es cárcel porque es inmensurable”, y que dizque la tal Raquel hasta le había puesto alas para que él volara sin fatigarse… cursilerías de poetas… ¿Ves?

—Ya veo.
—Antes de que comiences a divagar, ¿podría citar también una frase célebre, para ambientarnos un poco?
—No hay niños a la vista. Hazlo.
—"Sobre estas personas (el célebre gobernante se refería a los manifestantes que pudieran protestar) caerá todo el peso de la democracia, incluyendo la prisión...", etcétera.
—¿Quién dijo eso?
—Un sujeto de cuyo nombre nadie quiere acordarse.
—¿Ipólito?

—¿De qué otra cosa pueden hablar los poetas?
—Los poetas se juntan para delirar.
—Deliremos, pues…

—Los pueblos se salvan en la cultura, dijo Pedro, y dijo bien.
—Queremos libros, revistas, periódicos, boletines, almanaques, enciclopedias, folios, gacetas, vallas publicitarias y trataditos evangélicos que nos puncen el alma y no la vista...
—que nos hagan cosquillas en la espalda,
—que nos pongan a llorar a lluvia suelta,
—que nos coloquen desnudos frente al precipicio del tiempo,
—que nos manden al Hespejo a re-visar-nos el rostro...
—En fin, libros libres LIBERALES LIBERTINOS, serios, juguetones, cuerderos...
—Sueña,
—vuela,
—piérdete.
—¿Qué es lo que queremos? Pregunto.
—Trascender por el verbo la cotidianidad, el camerino, el café, los callejones, el colmadón, el bulevar de la 27,
—ir-nos más allá del espejo, dije, digo, diré,
—barrer las telarañas de los rincones del espíritu,
—trapear el piso vocinglero de lo anodino.
—Sí.
—Pero, ¿qué hacemos aquí?

Escena 3 (con poeta soñando-delirando, demasiados paréntesis y demasiadas faltas harto gráficas)

—Mejor sería que nos fuéramos a dormir.
—Durmamos.
—¿Podría uno decidir con lo que quiere soñar?
—Hay gente que puede.
—Soñaré.
—Pero si no tienes fe, si te duermes con la boca abierta, podría ser una pesadilla.

(Monólogo de poeta soñando-delirando)(La escena trascurre en una cama-palacio con mosquitero)(Los personajes usan pañales, túnicas, taparrabos y pantalones cantinflásicos)(Al centro de la cama-palacio, encima de la mesa del banquete, un poeta-profeta delira)

—He aquí señoras y señores que hoy se abre la nueva perspectiva de la bienaventuranza poética: los rigurosos Jhuezes, después, todo lo juzgarán con indulgencia. Porque habrán cambiado los tiempos y, con ellos, para la placidez de los pesimistas, la lectura de Platón: Los Pohetas, satisfechos, reconocida y confirmada por fin su glamorosa utilidad, cabrán –cabremos– perfectamente en los ideales de la Repúvlika. (Y entonces algún meteorólogo dirá, por ejemplo: Con el cielo totalmente despejado, he aquí la gran revolución del espíritu, la presencia activa y feliz del hombre nuevo, más allá del vuelo etéreo de sus palabras...). Lejanos, pues, de los apuros existenciales de las composiciones, los bardos orondos dirán –diremos– que el río sigue y seguirá corriendo y que todos los camaleones del mundo continuarán reflejándose en el espejo escéptico y eterno de la corriente... Y ya jurarán los profetas de nuevo cuño y en el éxtasis de la retórica nos dirán: Venturosos los que lean y escuchen con apetito la palabra. (Pues he aquí que vi, y miren: ¡Magnánimo Banquete Para Los Señores De La Repúvlika! Los dioses, que no otro es el nombre de las fuerzas invisibles –e invencibles– que rigen los destinos del universo, cursarán invitaciones a todos los distinguidos juglares, ciudadanos y dirigentes de la Polis... (Mientras allá, en el Palacio Universal de la Crema y de la Nata, disfrutarán de lo lindo, como siempre: al centro, la celeste sorpresa de la noche: en lúbrico contoneo de morenas nalgas, poderosas, cabriolearán las divinas ninfas de pechos alegres. (Y en la mesa, seductores, los enormes rumiantes en su salsa, desentrañados, listos para ser furiosamente zampados y al punto debidamente relamidos en las elásticas comisuras. Y ante la ansiedad de las copas, a poco de ser escanciados por la destakada konkurrencia, los obesos barriles de vino... (Será entonces allí, y así, cuando los Diputha2 adviertan la posibilidad de disputarse buena parte del platónico convite, y todos levantarán las dos manos, abiertos los cinco dedos de cada una, y votarán a favor, por supuesto... (Evidentemente, los Zenadhores, a esta hora, buscando la entereza necesaria, preocupados por enfrentar las enmarañadas situaciones de la Polis, ni qué decir que habrán cenado ya muy bien... Casi la media noche y Baco en su vacuencia feliz, camaradas. (Y claro que no nos quedaremos atrás los desenredados rapsodas de la Repúvlika. Y en esto, de cierto, de cierto, os digo que el sabio PrezidhenT será, mañana por mañana, nuestro aliado cardinal... Porque, señores, no sé si lo comprenden... lo que quiero decir –y digo– es que, llegado el momento y dadas las circunstancias oportunas, ya no querremos volver a tener grandes problemas filosóficos con la Pholizí-ah...)))))

—Es hora de despertar, hora de levantarse y de andar.
—¿Pero por qué? No soy Lázaro ni Jesucristo…
—Porque es una arca de estupores la vida.
—Sí, y una hilera en trapos y quejas.
—Porque a nuestros pies hay (¡ay!) un país en el mundo colocado olocado locado ocado cado ado do o en el mismo trayecto del sol,
—es decir: quemándose en la cresta del fuego…
—Claro (y sólo cenizas hallarás, ya lo dijo el que lo dijo).
—Y también dijo que hay que barrer las telarañas de los rincones del espíritu.
—Y trapear el piso vocinglero de lo H-ano-di-no?
—Y Ha-prender y des-a-prender.
—Sí.
—Y también Heskribir un Pohema.
—Mejor aún: Dejar de tragarnos un cable...

—¿Y crees que alguien lo lea?
—Creo que sí. Una vez me leyeron 15 personas.
—Uao. Hay gente capaz de cualquier cosa…

viernes, junio 27, 2008

Signatura vallejiana

hoy sufro de oreja, señora

desde su niño lejano, he aquí mi costilla, mi fruta mordida, el árbol sin raíces y una hormiga cavilando… hileras de las horas que me cercan, sarcófagos obscenos en la espera, lunas de hiel que fueron y que son, amores que serán desde el ayer entre los dedos inocentes

hoy apenas sobrevivo, a penas, con mi pan elemental debajo del sombrero
y me abismo en el lenguaje queriendo escribir, aunque también a mí me sale espuma... por eso me siento a meditar en el centro de la palma de mi mano, y luego salto a la calle y trato de sumarme a la costumbre, como siempre

hoy he de oler a loco con húmeros borrachos, porque todo se me agolpa en la mirada, también, porque hoy todo me saca la lengua… las cuatro paredes, la soledad y la lluvia, la botella –magnética y nupcial– y, en sus átomos amargos, los caminos

hoy sufro, ya lo dije

i en su cadáver va, conmigo, la portentosa poesía debajo del zapato, loca de calles, con esa voz que me susurra que el reloj es un cerdo perfecto y el hombre ¡pobre y pobre! –residual, opulento de pelos y materia, potentado de nubes y pelucas, y rico de quebrantos y otra vez rico, y otra vez, como nunca, numeroso en su envoltura y diminuto, inocente y corrompido, a los pies de sus actos capitales y delante de su anciana sien legislativa

hoy sólo sufro de oreja, señora, solo
como quien se sabe en pleno circo y le fuera imposible disfrutar del espectáculo…

jueves, junio 19, 2008

La lengua libre

lame la luz de ti la lengua libre
la lengua lenta o loca
la lengua viva
la lúdica
la lírica lengua del beso

la lengua alivio
libre
liberada
delirante
abriendo senderos al deseo
escribiendo versos de agua y tiempo

la lengua lumbre
libre
salobre y lisonjera
para poner nombre a tu piel desnuda
para limpiar de soledades tu vientre
libidinosa
aliterada
lentamente

lengua líquida
lúbrica
litúrgica
la flor de la sangre
que apresura sus insectos
que hierve
que sale a buscarte
alada y
libre
lengua de los alisios vientos

lengua de alquimia
lengua del alba
lengua que alumbra
cálida
lúdica
lírica lengua

dulzura de almíbar

línea libre

aliento y luz
lenta y leve
locuaz

la lengua libre

de mar y fuego en la piel

lunes, abril 28, 2008

De lo imposible cotidiano

1

Hay un poema que espera
Que te busca o me pierde
Cuando la ciudad es ausencia
Laberinto de aceras grises
Oscuro panteón de los deseos

2

Tan imposible la belleza
Tan espejismo
Fantasma recurrente
Hueco de formas
Frías
Tiritando
En el color de la esperanza
Bajo la luna nueva y primitiva
Que hoy como ayer ocultan las nubes

3

En medio de todo esto
Hemos tratado de hacer
La realidad del amor
Pero
No siempre la gracia
Bendice nuestro instante

domingo, abril 13, 2008

Del placer, del texto…

Leer (a Barthes, a Cortázar, al universo) en el pla(ser… En la carne y el espíritu del que le place ser. Desplazarse, en alegre procesión intelectual, hacia esas diminutas configuraciones de la tinta. Descubrir el cuerpo del deseo. Y escribir. Escrib(ir hacia tantos mundos posibles, cercanos y distantes). Sentir el planeta de otro modo. Sentirse de otro mundo. Y “nunca excusarse, nunca explicarse”… Experimentar el goce de la lectoescritura una mañana cualquiera, como quien viaja o se deja viajar por otro cuerpo, macho y hembra entrelazados en el beso, por esos senderos indecibles, inciertos, del deseo. Por el lenguaje de la carne estremecida. ¿Le aburre a usted? Mis condolencias… De cierta manera, aburrirse es no tener, no poder, no querer, no ser… Problema personal. Hay tantas cosas, tantas geografías, tantas historias, tantos paisajes, tantos libros, tantas palabras… ¿En cuál esquina del tiempo se queda, usted, parado, varado, sumido en la des-gracia…? Habrá que vivir por usted. Leer su no-historia y escribir. Recordarle la vida, con su doxa y su paradoxa, con su dialéctica de sol y sombra… Que a cada dolor parece corresponderle su cuota de placer. A cada lector su texto. Y hay tantas cosas por escribir. Y a cada yo… su otro, su murmullo, la sustancia del deseo…