martes, septiembre 05, 2006

Cerré los ojos

y hacia mí,
sobre el temblor del minutero,
venía tu cuerpo, danzando,
abierto en pétalos y verbos...

2 comentarios:

Heriberto dijo...

sueño bendito porque acabas,
sueño bendito porque eres sueño
y no día
y no sol

Floriella dijo...

Qué dulces imágenes, Orlando.