viernes, junio 02, 2006

A la que no

I

Eco
de silencios

Eco de olas
y peces

Eco
de apetitos
y barcos
que no zarpan

Que no se consuman

Milagros
que las horas olvidan

Y
aún
siguen
cayendo
las hojas
como esas horas

inútiles

perdidas

y
yo
hun
dién
dome
despacio
con
ellas

entrampado

en las dudas
de mí…


II

Que qué
que dónde
que cómo
que por qué

dormía mi voz
simplemente
al amparo de una noche de esas
que irremediablemente se pierden

no lo supe
y no sé

y si luego las horas maduraron versos
si luego flotaba en las palabras
el murmullo
nocturno
de tus ojos
entonces te debo la historia y es esta

el animal
me ataca de pronto
cuando menos lo espero
cuando quisiera tener
la gramática precisa
un acaso de luz
la flor azul
o el dardo certero.

necesito
entonces
zozobrar sobre la nada blanca
de la página

hundirme
sin retorno
en unos ojos
o en unos labios
o en unos brazos
que no están.

eventos que

evidentemente

la poesía no puede resolver...

4 comentarios:

Alexiev dijo...

Me gusta el ritmo que manejas...esta muy bueno...

Rosa Silverio dijo...

Me gustó muchísimo, Orlando.

En especial cuando culminas diciendo:

"eventos que

evidentemente

la poesía no puede resolver..."

Entiendo perfectamente a lo que te refieres... Hay eventos irreductibles que la poesía no puede resolver, pero ojalá pudiera ser lo contrario. Quizás así nuestro interior se apaciguara un poco.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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