miércoles, marzo 22, 2006

Réquiem por el amigo que salió a buscar el sol, perdido luego en su reloj


A Juan Pérez Díaz, in memoriam

Cuáles otros senderos se abren,
amigo, para ti. Qué otras puertas.
Y cuál otro río fluye, para tus horas.

La luz dónde. La esperanza.
Dónde, perro fiel, la fresa salvaje para ti.

Qué otra música sanará tus oídos.
Qué palabras podrán salvar tu memoria.

Quién, tan tarde ya,
te abrirá los brazos, te dará de beber.

¡Ah, si al menos escucharas, hermano,
allá, piadosa, la canción de la alegría…!

2 comentarios:

Montirul dijo...

"estoy buscando una escafandra..
al pie del mar de los delirios...
quien fuera Jackes Coustou?
quien fuera nemo el capitan?
quien fuera el batiscafo de tu abismo?
quien fuera explorador?"

Rosa Silverio dijo...

Me gustó mucho este poema. Es extraño y al mismo tiempo muy sugerente... me gustó eso de las fresas salvajes, y el final.

Ro